LA EXPANSIÓN DE LA OTAN.

George Bush llega esta noche a Kiev, la capìtal ucraniana, para apoyar al gobierno de este país en su deseo de incorporarse a la Alianza Atlántica. Llega en un momento en el que mitad de los ciudadanos de esta ex-república soviética se oponen a la entrada de su país a la OTAN.

Y nuevamente nos encontramos con un problema, impulsado por Bush, pero que afecta a Europa de lleno. El Gobierno de Kiev, impulsado por Estados Unidos, ha pedido el ingreso del país en la OTAN.

Estados Unidos, en este mundo que está tratando de construir a su medida, apuesta por la integración. Y con este paso, negativo a todos los efectos, se aisla un poquito más a Rusia. Algo que no conviene a nadie, pero en especial a la Unión Europea, vecina y frontera natural de Rusia.

Cierto es que con las sucesivas ampliaciones, la OTAN está ganando nuevos socios, expandiéndose hacia el este de Europa. Pero este crecimiento está provocando el alejamiento de Rusia del conjunto del bloque democrático.

Por suerte, en esta ocasión, Europa no va detrás de Bush. Francia y Alemania no ven claro el ingreso. Otros países, como España, aún no se han posicionado. Pero hay una mayoría de países que creen que aún es pronto para dar este paso.

Hay que tender puentes hacia Ucrania, al igual que hacia otros países del Este de Europa. Incluso en el futuro, cuando hayamos digerido el última gran ampliación europea, deberá tratarse el tema de la adhesión de este país a la Unión. Una adhesión que en cambio sí que interesa a los ciudadanos ucranianos.

Pero esta adhesión a la OTAN es prematura, especialmente por el peligro que pueden percibir en Rusia. Es cierto que ni la OTAN ni Europa son una amenaza para Rusia, pero en cambio, allí sí que nos perciben como una amenaza, sintiéndose cada vez más arrinconados.

Europa debe ser inteligente, y romper con esas posturas anti rusas que reinan en Washington o en Londres. Son nuestros vecinos, y a pesar del populismo de sus gobernantes, y de su cada vez mayor falta de democracia y de libertades, es necesario el entendimiento entre la Unión Europea y Rusia. 

La paz y la estabilidad del Viejo Continente puede depender de ello en el futuro.