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LENGUA DE TRAPO.

MUERTE A LOS AMAKWEREKWERE

MUERTE A LOS AMAKWEREKWERE

Esta ha sido la consigna que han gritado en los últimos días las hordas de sudafricanos enfurecidos que han atacado y asesinado a los inmigrantes que han llegado a Sudafrica para tratar de mejorar sus condiciones de vida.  

Pero la situación ha cambiado en algo, desde aquellos días en los que Sudáfrica era tristemente noticia por el apartheid. En esta ocasión, no se trata de blancos que discriminan y asesinan negros, sino que son ciudadanos sudafricanos negros los que se han lanzando a la caza del inmigrante negro, conocido allí popular y despectivamente como "amakwerekwere", procedente de países del entorno y que según dicen han aumentado el nivel del paro, la inseguridad, y les quitan los empleos que necesitan los propios sudafricanos.

Esto, sumado a la subida del precio de los alimentos, ha provocado que las clases más desfavorecidas de Johannesburgo se hayan lanzado en tropel contra los cerca de cinco millones de inmigrantes sin papeles que residen en el país.

Y es que a lo largo de la historia ha quedado demostrado claramente que son siempre las minorías y los más desprotegidos los que se suelen convertir en el objeto de la ira de la muchedumbre cuando hay que buscar un culpable ante una crisis económica o social.

Y choca, al menos a mí, que gente que sufrieron no hace tantas décadas el racismo y la violencia de los blancos, sean ahora los ejecutores de esos inmigrantes con los que comparten el color de su piel.

Pero es que cada día estoy más convencido de que la mayor parte de la sociedad española no es racista por motivos de raza o por el color de la piel. Yo creo que la verdadera discriminación viena dada por motivos económicos y sociales.

Algo que está pasando en Sudafrica, pero que también pasa en Occidente. En nuestros países, muy poca gente ataca o se muestra molesta con los multimillonarios jugadores de fútbol "de color", o con cantantes o actrices negras, o mulatas, o hispanas. Nadie rechaza a los jeques árabes cargados de petrodólares. Pero ¡hay! de los pobres inmigrantes que viven en chabolas, vienen en pateras, o viven en los tristemente famosos tristes pisos pateras.

Para esos, no hay compasión  por parte de nuestras modernas sociedades. Pero sinceramente creo que no es racismo. Los pobres, molestan en nuestras sociedades burguesas, y no queremos verlos a las puertas de nuestras casas. .

Creo que da igual que esos "pobres" sean españoles que dominicanos que rumanos. Da igual el color o la raza que sean. Son pobres, y esa pobreza es la que nos ofende y molesta. Ya sea en la televisión o en la puerta de nuestra casa.  

 

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