POLONIA DA DE NUEVO LA NOTA.

Los hermanos Kaczynski siguen dando de que hablar en toda la Unión. Lo más lamentable es que siguen dando de que hablar con temas ridículos que sacan los colores a cualquiera, mientras entorpecen el funcionamiento de la Unión. En esta ocasión, los dos hermanitos se oponen a que se instituya el 10 de octubre como Día Europeo contra la pena de muerte. De hecho, Polonia ha bloqueado esta iniciativa que ha sido apoyada en bloque por el resto de países comunitaros.  Este bloqueo ha creado un gran malestar en numerosos gobiernos europeos, creando cada vez más la imagen de una Polonia que nadie sabe para que ha entrado en la Unión, más allá de torpedear cualquier iniciativa que venga de Bruselas.

Frente a la corriente imperante en toda la Unión, Varsovia considera que ese día debería servir también para condenar el aborto y la eutanasia. Podrás estar de acuerdo o no tanto en el aborto como en la eutanasia, considerarlos un crimen o un derecho de cada ser humano. Pero mezclar estos temas con la pena capital es mezclar churras con merinas, especialmente un año en el que el número de ejecuciones ha aumentado considerablemente. Polonia se está quedando cada vez más aislada en la Unión Europea, tanto a nivel político como ciudadano. Muchos nos preguntamos que hace Polonia en el seno de la Unión. Si tantos problemas ve a su pertenencia y al respeto a las reglas de juego comunitarias, no se entiende que hacen dentro. Es normal que cada Estado de la Unión defienda sus intereses y la de sus ciudadanos. Pero Polonia está llegando demasiado lejos. Y la paciencia de Bruselas y del resto de países europeos debería tener un límite.