FIN DE SEMANA DE CONCIERTOS.
El pasado fin de semana estuve en un par de conciertos. El primero, el de Fangoria. Que se puede decir de un grupo como este. El concierto, en la localidad madrileña de Colmenar de Oreja, fue una pasada. Y eso que Olvido estaba con un problema de espalda. Fangoria tocó canciones de sus últimos discos ante un público totalmente entregado, en un espectáculo único.
Este es uno de esos grupos legendarios que siempre están en el candelero. Desde que saltó al estrellato en los 80 con la Bola de Cristal, ese programa que tanto nos marcó a toda una generación, Alaska, a través de sus diversos nombres, ha sabido adaptarse y seguir siendo número uno en las listas de ventas. Buena prueba de ello son sus dos últimos discos. Además de los grandes clásicos que todo el mundo se sabe como A quien le importa, Alaska ha sabido reinventarse a si misma dentro de su propio estilo estético y musical y manternerse en primera línea, introduciendo nuevos sonidos en sus discos.
El segundo de los conciertos a los que asistí es el de un grupo al que tenía ganas de ver desde hacía tiempo, un grupo del que ya hable hacia varios meses en este mismo blog. La Quinta Estación, el grupo madrileño cuya fama nos llega ahora desde Méjico, país que los descubrióy en el que son un auténtico fenómeno de masas, ha estado en lo más alto de las listas de éxitos españolas de este verano gracias a canciones como el mundo se equivoca. Y es que Natalia, con su potente voz, es un torbellino sobre el escenario, con un directo muy bueno que nos sorprendió a muchos. La Quinta fué desgranando uno a uno los temas de sus últimos discos, los conocidos en España, junto a otros anteriores. Ahora por fin, este grupo sí que puede decir que ya son profetas en su tierra.
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