ZARAGOZA CUENTA CON UNA NUEVA ESCULTURA DE GARGALLO

En comparación con otras ciudades, a Zaragoza le faltan elementos ornamentales de importancia. Monumentos y esculturas, tenemos. Pero siempre me ha parecido (con notables excepciones, por supuesto) que ha faltado ambición para decorar la ciudad con esculturas o fuentes que llamasen la atención e hiciesen las calles más amables, tanto para los zaragozanos, como para los cada día más numerosos visitantes. En ésta bendita ciudad, casi siempre se ha primado lo práctico a lo bello en la urbanización de nuestras calles y plazas.

Por eso, la instalación de una nueva escultura del genial Pablo Gargallo en las inmediaciones del museo que el escultor tiene en la plaza de San Felipe de la capital aragonesa me parece una noticia fantástica.

Realizada en bronce y con una altura de 2,70 metros, ésta es la cuarta escultura que se ubica en la inmediaciones del Museo de Pablo Gargallo, y es una copia del único ejemplar que existía hasta el momento, situado en los jardines de Miramar, en la capital catalana.

Y una vez más, nuestra ciudad debe agradecérselo tanto a la hija del genial escultor, Pierrette Gargallo, que ha cedido los derechos de fundición, y a la ciudad de Barcelona, que ha permitido a la capital aragonesa el realizar el vaciado del modelo original.