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LENGUA DE TRAPO.

MI QUERIDA RENFE.

MI QUERIDA RENFE.

Yo creo que todos tenemos una cruzada personal contra alguna empresa. Ya sea de telefonía, seguros, compañía aérea, cadena de supermercados, o de lo que sea. En este caso, o sea, el mío, es Renfe la empresa contra la que haría caer todo el peso de la justicia divina si tuviese el poder suficiente como para hacerlo. ¿Qué decir esto es politicamente incorrecto? Pues si, pero por algo es mi blog, y en él pongo lo que me da la gana.  Aunque más que justicia, simplemente, con que en España podamos ver más pronto que tarde la liberalización del mercado ferroviario y se establezca la competencia de una vez por todas en este monopolio que tiene Renfe, me conformaría.

Y es que no hay nada más indeseable que la dicturadura de los monopolios. ¿Que tienes que esperar filas de dos horas para comprar un billete en la estación? No pasa nada. ¿Que como es verano los descuentos ida y vuelta se reducen del 20 al 10%? Tampoco pasa nada. ¿Que hay una huelga por sorpresa de los señores conductores ferroviarios y mi tren se retrasa? Hombre, que va a pasar... ¿Qué en en la línea Madrid-Sevilla tienen mejores condiciones económicas que en la de Zaragoza-Madrid? Sigue sin pasar nada. ?Que las máquinas expendedoras de billetes de reserva telefónica de la Estación no funcionan y te chupas dos horas y media de espera? pues tampoco pasa nada. Al igual que no pasa cuando se cierran estaciones en localidades aragonesas, los viajeros de la línea de Teruel-Zaragoza son tratados de una forma que deja mucho que desear o que la línea a Cafranc sea tan divertidad como montar en una montaña rusa, con el riesgo de desprendimientos o de que se pare el tren en cualquier momento. Por no hablar de esas comisiones que se ha sacado Renfe de la manga al comprar sus billetes. Y ya me diréis que gasto puedo ocasionar yo a Renfe, que me compro mis billetes por internet, poniendo mi esfuerzo, mi tiempo, mi ordenador, mi impresora con su correspondiente cartucho de tinta, la tarjeta de crédito y la electricidad que hace funcionar tanto al ordenador como a la impresora. A mí, que me lo expliquen.

Pero efectivamente, aquí no pasa nada. Cuando se inauguró el AVE, se quitaron casi todos los trenes baratos. Se eliminó el Talgo (bendito y añorado talgo). Y ahora sólo quedan AVES, con las condiciones impuestas por Renfe. Y si algo sale mal, allá te las compongas. Que ganas tengo de que llegue la competencia al mercado ferroviario, y pueda deshacer esta relación mía de amor-odio con Renfe. Renfe me supera, pero no puedo vivir sin ella. Y es que el tren es la forma que más me gusta de viajar. Pero al menos, cuando llegue la tan ansiada liberalización, no se en que década, podré elegir con quien viajo. Lo siento por el personal de Renfe, que en general, y salvo taquillas, es de lo más amable que te puedes encontrar.

1 comentario

antonio toimil -

OJO!!
Ahí tienes la experiencia del Reino Unido. La privatización supuso varios pequeños monopolios, pues creeme que dentro de cada trayecto no existirá tanta competencia (al menos en pasajeros, mercancias es otro tema)
Las empresas britanicas que compraron las licencias se forraron (supongo que también lo hizo algun cargo político al privatizar) durante 10 años- pero se les "olvidó" invertir en mantenimiento de las vías por lo que la situación actual no es la más adecuada y ello se ha visto con recientes accidentes y problemas de señalización de vías.