FILOSOFÍA Y LETRAS. COMO SIEMPRE, A LA COLA

 

Como antiguo estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras, no puedo más que unirme al coro de voces críticas con el aplazamiento de las obras que debían reformar la Facultad de Filosofía y Letras.

Estoy de acuerdo en que estamos en tiempos de crisis, y que hay que realizar ajustes en todos los departamentos. Pero el caso de la Facultad de Filosofía clama al cielo. A pesar de que una facultad como Filosofía y Letras debería ser una de las piedras angulares de la Universidad (es imposible la civilización si no se potencia la cultura), esta Facultad ha sido desde siempre la niña fea de la Universidad de Zaragoza.

De hecho, no hay más que darse un paseo por el interior de este decadente edificio para darse cuenta del estado en que se encuentra. Goteras, ventanas que no cierran, problemas con las persianas, por no hablar de las instalaciones anticuadas y por la necesidad urgente de regenerar este edificio, vital para la vida cultural zaragozana. Pero está visto que la cultura, y las ramas que la estudian, no están entre las prioridades políticas.

Al final, es el sino de esta vieja Facultad. La permamente reivindicación de estudiantes y profesores que luchan por mantener vivas en nuestra sociedad las letras de Homero, los versos de Garcilaso, o el arte románico. Estudios sobre los que se basa nuestra cultura occidental, y sin los que hubiera sido imposible que nuestra sociedad haya llegado hasta donde ha llegado. Por más que muchos se empeñen en olvidar la importancia de conocer estas materias, deslumbrados por la cultura consumista y el triunfo rápido. 

Aún me acuerdo cuando en mi época de estudiante participaba en las manifestaciones para pedir la construcción de una biblioteca digna para esta Facultad. Una biblioteca que no puede disfrutar, y que fue construida varios años después de abandonar la Universidad. Y me da que a muchos de los actuales estudiantes, les va a suceder lo mismo. Que no podrán disfrutar de unas renovadas instalaciones por la falta de atención de las Administraciones Públicas.