LA VERGÜENZA DE RENFE EN ARAGÓN
No es la primera vez que escribo en este blog sobre Renfe, y sobre la situación de las conexiones ferroviarias en Aragón. Una situación que sólo puede calificarse como de vergüenza. Como igual de vergonzoso es que el director general de Transportes, el socialista Simón Casas, haga suyos los argumentos de Renfe, y llegue a calificar de “miserables” las cifras de viajeros en Aragón.
Quizás el señor Casas, o la propia Renfe, aislados en su burbuja de cristal de su seguros magníficos despachos, no se dan cuenta de en Aragón, como en todos sitios, los usuarios no usan un servicio, si este no es de calidad. En Aragón, con los horarios, los tipos de trenes, y los tiempos de recorrido, no sale a cuenta coger un tren regional. Yo mismo, hace años que no cojo el “canfranero”, y no será por falta de ganas, ni porque no suba a Canfranc. Si no lo pillo, es por los excesivos tiempos de viaje, y por la inseguridad del propio viaje, en una línea en la que los desprendimientos y los cortes de línea son moneda común.
Y con los Cercanías de Zaragoza ocurre tres cuarto de lo mismo. Desde el Gobierno de Aragón, y desde la propia operadora, se justifica que no se realice más inversiones por el escaso volumen de viajeros. Una afirmación que en sí misma es una burla a todos los zaragozanos. Con unas frecuencias paupérrimas, y especialmente, con las principales estaciones que darían servicio a los ciudadanos sin construir, o con unos accesos lamentables, ¿Cómo pretenden que funcionen las Cercanías? ¿Qué viajero de Utebo, por poner un ejemplo, que pretenda bajar al centro de Zaragoza, pillará el cercanías, si tiene que dejarlo en El Portillo, y luego tiene que pillar un autobús para acercarse al centro, o pegarse una caminata de 20 minutos andando? Mientras no se construya la estación de Goya, pieza clave de la línea, y se mejoren los accesos de Miraflores y El Portillo, la línea de Cercanías no aumentará el número de viajeros.
Pero para Renfe, y para el Ministerio de Fomento y para el Gobierno Aragonés, lo mejor es culpar a los zaragozanos de la falta de uso de esta línea. Simplemente, hay que tener cara.
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