UNA HISTORIA FUERA DE ÉPOCA
Ayer por la noche estuve viendo la última película sobre Indiana Jones, el Reino de la Calavera de Cristal. Y la verdad, es que ví más o menos lo que me esperaba ver. Una americanada sin más. Una película cuya historia, o al menos es la impresión que me dió, no estaba demasiado trabajada, llena de escenas tontas, como la de las lianas y los monos, o la de las cataratas, demás de un montón de diálogos un tanto absurdos. Para mí, Indiana Jones perdió la magia que yo guardaba en mi retina de sus anteriores películas.
Quizás los más fans de Indiana Jones puedan comprender esta trama, pero la verdad es que a mí me pareció trasnochada y como de otra época, con los rusos como enemigos de nuestro héroe.
De hecho, si no llega a ser por la música, en varios pasajes, es como si no estuviera viendo Indiana Jones. Da la sensación de que han sacado a Indiana de su mundo, y lo hubieran insertado de repente en otro planeta, haciendo un remix de escenas que podría pasar por otras películas, Disney incluídas. Escenas que sí parece que te retraen en el tiempo y te hacen disfrutar del auténtico Indiana Jones, seguidas de otras que te preguntas si realmente estás viendo una película del arqueólogo.
Entre las cosas buenas de la película, que también las tiene, como por ejemplo los encuadres, me encantó Shia Lebouf, un actor que está desmotrando que ya no es la joven promesa del cine, sino que su carrera es una realidad.
Aunque como siempre, para gustos, los colores...
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