PERDIDO EN LA CIUDAD

Estaba perdido, dando tumbos por la ciudad. No tenía rumbo, ni destino. No sabía quien era, ni que futuro tendría.

 

En el pasado, le gustaba disfrutar por la ciudad. En el pasado, había tenido tantas aficiones...

 

Pero ahora, no tenía rumbo, ni destino. Ni un lugar al que ir. Simplemente andaba. No sabía quien era, ni que futuro tendría. 

 

En el pasado, le gustaba disfrutar de la ciudad, perderse por sus calles, por sus plazas. Descubrir nuevas terrazas en las que disfrutar de un vino blanco y contemplar los escaparates que salpicaban la ciudad.

 

Pero hoy, todas las calles le parecían iguales. Una sensación de melancolía invadía su cuerpo mientras caminaba.

 

A pesar de estar en pleno centro de la ciudad, y rodeado de gente, se sentía solo. Miles de personas invadían las calles, sabían y bajaban del metro y salían y entraban en tiendas y oficinas.

 

Pero a pesar de la maraña de gente que le rodeaba por todos sitios, tenía la sensación de estar en pleno desierto del Sahara.

 

Para él, eran como sombras que pululaban sin destino. Robots metidos en su rutina diaria, sin emociones, sin sorpresas, sin vida.

 

No sabía quien era, ni que le depararía la vida a partir de hoy. Lo único que tenía claro, y que un futuro incierto se presentaba ante él desde hoy mismo.