DUDAS RAZONABLES SOBRE KOSOVO
Respecto a la independencia de Kosovo que se debe estar produciendo en estos momentos entre la alegría de los albanokosovares y la tristeza de los serbios, me asaltan un montón de dudas.
Y estas dudas no son precisamente sobre las consecuencias que este hecho puede tener en España y en las pretensiones de los independentistas de País Vasco y Cataluña. Sinceramente, creo que en nada afectará este hecho a la tan manida unidad de España.
Volviendo al tema de Kosovo, un territorio que en este momento está de fiesta, y en el que la gran mayoría de la población está de acuerdo con la independencia, puede que lo más lógico sea la independencia. Pero no se si se está haciendo de la mejor manera posible.
La primera reacción de muchos sobre este tema podría ser que Kosovo está demasiado lejos y es demasiado pequeño como para que nos afecte un pequeño pedazo de tierra que se ha independizado.
Y podría ser cierto. Pero revisando un poco la historia europea, te das cuenta de que la mayor parte de las guerras y de los desastres que han afectado al Viejo Continente han surgido de pequeños hechos como este, hechos que en su momento, nadie imaginó los desastres que acarrearían. Además, muchos de estos hechos desencadenantes de otros sucesos mayores ocurrieron en Europa Central y Oriental.
Una vez dicho esto, en primer lugar me llama la atención la pasividad de la Unión Europea en este asunto. Teniendo en cuenta que Kosovo está en el corazón de Europa, la Unión debería haber sido un agente activo en todo el proceso. Pero lamentablemente, no es nada nuevo que Europa no tenga ya no la iniciativa, sino que no tenga una postura común al respecto. Por un lado, Reino Unido, Francia y Alemania apoyan la iniciativa secesionista, frente a otro grupo de países, entre ellos España, que se oponen a una independencia unilateral.
Por otro lado, también me llama la atención la determinación con la que Estados Unidos ha apoyado el proceso secesionista de Kosovo. A pesar de la distancia geográfica, Estados Unidos tiene amplios e importantes intereses geoestratégicos en Europa Oriental. Si no tuviera estos intereses, no tendría mucho sentido que la gran potencia mundial se ocupara de apoyar la creación de nuevo estado que no tiene ningún tipo de riqueza en este momento.
Pero Estados Unidos necesita un fiel aliado en esta parte del mundo, un país en el que la opinión pública no proteste y que haga todo lo que diga, ya que Kosovo le estará eternamente agradecido por ser un país independiente. Un país que se convertiría en un bastión de Estados Unidos en plena Europa, y en el que quizás se podría ubicar el nuevo sistema de protección antimisiles que intenta impulsar Geroge Bush.
Por otro lado, junto a Estados Unidos y a la Unión Europea, el tercer agente en liza es Rusia. Un país que se está alejando cada día más de la democracia y del respeto hacia los derechos y libertades de los ciudadanos, y cuyos líderes tienen un lenguaje preocupante que se parece cada día más al que se usaba en la no tan lejana pero sí olvidada Guerra Fría.
Rusia, que ha lanzado ya serias advertencias sobre la ampliación de la OTAN hacia países de su órbita como Ucrania, y que ha amenazado con apuntar con sus misiles a las capitales de los países europeos que instalen en su territorio el nuevo sistema de defensa norteamericano, está jugando sus fichas también en Kosovo, apoyando a Serbia, que es su último gran aliado en suelo europeo.
De hecho, Rusia ya ha advertido de las consecuencias y el desequilibrio que supondrá la independencia de Kosovo. Desde el Kremlin han afirmado que tras la independencia de Kosovo, Rusia podría comenzar reconociendo la independencia de varias regiones de Georgia que quieren la secesión, unas regiones que de hecho ya funcionan como protectorados de Moscú. Y eso sólo sería el principio.
Ahora, Europa debe hacer auténticos esfuerzos para atraerse a Serbia a su órbita y favorecer una pronta integración del país balcánico en la Unión, alejando de esta manera el fantasma del nacionalismo radical. Y también deberá resolver el asunto de los serbios que viven en Kosovo. Si Kosovo se ha independizado por que así lo quería su población, ¿por qué no podrían hacer lo mismo los habitantes de los enclaves serbios de Kosovo?.
Desconozco si las mentes preclaras que en Europa han decidido apoyar la independencia unilateral de Kosovo han valorado los posibles escenarios que podrían aparecer tras la secesión. Al igual que desconozco si valoraron en su justa medida las consecuencias de la invasión de Iraq, no sólo para los intereses de las naciones que participaron en la invasión, sino para el conjunto del planeta. Lo único que tengo claro es que el mundo es cada día menos seguro.
7 comentarios
Pablo -
Pablo -
Anónimo -
P.D.: La reflexión creo que era de Herrero de Miñon pero Carrillo estaba de acuerdo,en otro sitio Felipe Gonzalez es prudente e incluso Aznar difiere de Bush en esto.
Nacho -
Aragonesista, tines razón. Europa debe tomar consciencia de que mientras no tengamos una única voz ante el mundo, nuestra fuerza se quedará diluida.
Salva, esperemos que los serbios de Kosovo, y en especial Sonia, no tengan ningún problema. Espero y deseo que la Unión Europea lo tenga todo previsto, y que no mire para otro lado como hizo cuando se produjeron las atrocidades de la guerra de los Balcanes. Un saludo
Salva -
Aragonesista -
Muxos intereses para tan poca tierra. Mientras la Comunidad Europea no tenga una única voz frente al mundo, no haremos na
Carol -