MAÑANA DE CONTRASTES.
Hoy, mientras la ciudad está sumergida en fiestas, con la Plaza del Pilar en plena ebullición, montando la estructura en la que se ubicará a la Virgen del Pilar para la Ofrenda de Flores del 12, cientos de ciudadanos nos hemos tenido que concentrar a las puertas del Ayuntamiento para condenar un nuevo atentado de ETA, está vez dirigido contra Gabriel Ginés Colás, un escolta nacido en Zaragoza y que estaba a punto de volver a su ciudad natal. Un sin sentido más, tener que concentrarse a las puertas de un Ayuntamiento engalanado por la celebración de nuestras fiestas patronales. Un sin sentido fuera de tiempo el que exista una banda terrorista que pretende imponer sus ideas en el actual marco de la Unión Europea. Todas las ideas son respetables, desde la independencia de los pueblos hasta la permanencia en el actual Estado constitucional. Y para eso están las urnas y el trabajo de los políticos. Pero la violencia y las armas deslegitimizan cualquier idea o pretensión.
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