CONTRA EL RACISMO.
Ayer sábado, varias decenas de ciudadanos nos congregamos en la Plaza de España de Zaragoza convocados por la Asociación Condor y Convive junto a varias asociaciones de inmigrantes para condenar la lamentable agresión racista que sufrió una menor en un vagón de cercanías en Barcelona la pasada semana. Como siempre que se produce un hecho violento, bien sea una agresión racista, homófoba, o terrorista, Convive convoca a todos los zaragozanos a expresar su repulsa de manera pública y pacífica.
En el caso de la menor agredida, las imágenes nos han puesto a todos los pelos de punta. El hecho de disponer de una grabación y poder ver en televisión la agresión ha permitido al menos que el caso salte a los medios y no quede silenciado como suele pasar en estos casos. Y aún así, a pesar de la presión mediática, el agresor está inexplicablemente en libertad en estos momentos. Algo falla en la justicia, cuando un tipo así sigue libre con la prueba irrefutable de un vídeo que grabó la salvaje agresión.
Lo mismo que algo falla en nuestra sociedad cuando al único testigo de los hechos se le juzga publicamente. Cierto es que obró mal. Cierto es que tenía que haber intervenido para evitar la agresión. Pero... ¿Como hubiésemos reaccionado todos y cada uno de nosotros en una situaciòn similar? Deberíamos hacer todos un poco de autocrítica. Primero, por permitir que nuestro sistema judicial deje en libertad al agresor. Lo segundo, por el linchamiento público del testigo, cuando estoy seguro que muchos de esos que lo acusan en su barrio o en los medios de comunicación hubieran reaccionado igual. El ser humano, en grupo es muy valiente, pero sólo, se queda en nada.
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