PABLO GARGALLO, EN LA LONJA.

Si tuviera que decir cuál es uno de mis escultores favoritos, diría, sin duda, Pablo Gargallo. De hecho, siempre que viene algún amigo de visita a Zaragoza, el Palacio de los Arguillo, sede del Museo Pablo Gargallo, es una de nuestras primeras paradas. A mi parecer, es el Museo con más encanto de toda la Ciudad, situado en un antiguo palacio renacentista, en una de las plazas de más atractivas del Casco Histórico de la capital aragonesa. De siempre me ha apasionado recorrer las salas de este pequeño Museo, y disfrutar de algunas de mis obras preferidas del escultor de Maella. Disfrutar de su forma de reinterpretar la realidad en su búsqueda de nuevas soluciones técnicas para trabajar en metal sus obras. Obras como "El Profeta", "Urano" o cualquiera de sus caretas me maravillan y asombran por mucho que las vea.

Y ahora, coincidiendo con el cierre del Museo para acometer su necesaria ampliación, el Palacio de la Lonja abre sus puertas para acoger una gran muestra de este fantástico escultor aragonés, nacido en la localidad zaragozana de Maella en 1881.

La muestra, que ya fue expuesta en La Pedrera de Barcelona, donde fue visitada por 120.000 personas, está compuesta por 103 piezas procedentes de diferentes instituciones públicas y privadas de Francia, Estados Unidos, Bégica, Suiza y España. Centros tan importantes como el Centro George Pompidou de París, el Reina Sofía de Madrid, el MOMA de Nueva York, el Museo d'Art Nacional de Catalunya, el Musée Royaux des Beaux Arts de Belgique, el Middelheim Open-Air Statuary Museum de Amberes, o los Museos de Dijon, Marsella, Duisburgo o Grenoble, además del propio Museo Pablo Gargallo de Zaragoza han colaborado para que todos podamos disfrutar de esta exposición.  

Una gran oportunidad para ver en nuestra Ciudad obras que hay diseminadas por museos de toda Europa. Una gran oportunidad para contemplar obras de gran belleza y armonía, como "La Bailarina", obra que ilustra el cartel con el que se difunde esta muestra. Y unan gran oportunidad para rendir homenaje a uno de nuestros grandes genios.