LUTO EN ARAGÓN

Las banderas de todas las instituciones aragonesas han ondeando hoy a media asta en respuesta a la jornada de luto oficial decretado por el Gobierno del Estado y por la Federación Española de Municipios y Provincias, en memoria por las dos víctimas del salvaje atentado del pasado sábado. Un paseo por las calles de la capital aragonesa muestran las banderas de las Cortes de Aragón, el Palacio de Correos o la Diputación Provincial, por poner unos ejemplos, ondeando a media asta. Son días tristes. Días tristes por la vuelta a las armas de los terroristas, y por el fallecimiento de dos nuevos inocentes. Días en los que las concentraciones de repulsa se suceden en todo el Estado.

Pero más penoso aún que la vuelta a las armas de los terroristas, es la falta de unidad de los demócratas, y el uso partidista que se hace de este asunto. Y es que no es nueva la instrumentalización política de las víctimas del terrorismo que hace el Partido Popular.

Pero usar las concentraciones silenciosas de repulsa, para lanzar gritos contra el presidente del Gobierno Rodriguez Zapatero, entre otras consignas, me parece que es algo reprobable e inmoral. Esas concentraciones son para condenar el terrorismo, y para nada más.

Yo mismo participé en la primera de las concentraciones que se celebraron en contra de este atentado en la zaragozana Plaza del Pilar, a las puertas de nuestro Ayuntamiento. Pero los hechos, los gritos, y el uso partidista que se está haciendo de todo esto, han hecho que me quede en casa en las siguientes. Y me he quedado en casa muy a mi pesar, por que quiero condenar el terrorismo al igual que quiero recordar a las víctimas y apoyar a sus familias. Pero lo que no quiero es acudir a una concentración silenciosa contra los terroristas, y ver como hay gente que no guarda el silencio ni el respeto de parte de los congregados y usa estas concentraciones para gritar proclamas contra el Gobierno, en lugar de buscar una respuesta unitaria de todos los demócratas.

Imagino que los terroristas y sus afines estarán riéndose todavía de ver como cunde la desunión entre los demócratas, en lugar de dar una respuesta unitaria y firme de todas las fuerzas políticas y sociales contra el terror y en defensa de la libertad y de la democracia.

Y mientras unos se pegan contra los otros,  el cuerpo de Carlos Alonso está siendo repatriado a su país de origen, mientras que aún queda por localizar el lugar donde se supone que está el vehículo de Diego Armanando, el otro joven ecuatoriano fallecido en el aparcamiento de Madrid - Barajas. Eso es lo realmente importante, el atentado que ETA cometió hace una semana en Madrid, que hay una persona muerta, y que otra está desaparecida. Lo demás, son fuegos de artificio y uso partidista de este asunto.