¡¡PERO QUE CALLE MÁS BONITA!!
20:26. Estoy en casa escuchando música y esperando a que venga a cenar una amiga. La tarde, me la he dedicado a mí mismo. Y es que desde antes de las Fiestas del Pilar, entre visitas de gente de fuera, trabajo, ejecutivas, comités locales, Feria de Asociacionismo y otros compromisos no he tenido un momento para mí. Y hoy he por fin, he podido aprovechar, para disfrutar de la soledad, y de la ciudad. Gran paradoja. Pocos placeres hay como el perderte por una ciudad sin rumbo fijo ni obligaciones, disfrutando de todo lo que te ofrece la vida urbana, sus rincones, sus plazas, sus gentes. Pequeños detalles que se nos escapan en el estres de la vida diaria, pero que están ahí, esperando a que sepamos apreciarlos.
Música clásica en Independencia. Un mimo disfrazado de bruja en la calle Alfonso. Un café en el Gran Café. Un par de exposiciones. Las calles llenas de gente, las tiendas a reventar. Los monumentos y edificios iluminados. Una ciudad en plena ebullición. Y en la calle Alfonso, un comentario que me ha llenado de satisfacción y que ha sacado mi orgullo patrio a relucir, gracias a un turista que le decía al resto del grupo de forma contundente "pero que calle más bonita".
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AGUSTINA -